miércoles, 2 de febrero de 2011

El ancla indultada

LA VERDAD. ALHAMA DE MURCIA
01.02.11
Alcanzan un acuerdo antes del Pleno que permite remodelar el jardín de Los Patos.

El alcalde de la localidad, José Espadas, decidió llevar el asunto a pleno, pero no fue necesario debatirlo. Una hora antes de la celebración del Pleno Ordinario, se llegó a un acuerdo por unanimidad en la junta de portavoces de los diferentes grupos políticos. De este modo podrán continuar sin problemas las obras sin que se produzcan demoras, ya que se espera que para Semana Santa estén finalizadas, y así no entorpecer los desfiles procesionales.

Tanto el ancla como la medalla aparecidas en el jardín se conservarán soterradas, según consta en el informe del técnico municipal. Como estaba previsto, todo el jardín llevará en el suelo el material que contempla el proyecto, es decir, «piedra del Cabezo Gordo», pero en el mismo lugar en el que se encuentra el ancla, se realizará una nueva con materiales más nobles, a la vez que se eleva el suelo en ese punto. La medalla al trabajo que poseía el almirante Bastarreche, al cual se le dedicó el jardín cuando se construyó por el año 1951, se conservará bajo el actual suelo y en su lugar en el mismo centro del jardín, se realizará el escudo de Alhama.

Final consensuado por todos los ediles de Alhama de Murcia, políticamente correctos ellos, a una situación esperpéntica creada al calorcillo de la Ley de la Memoria Histórica, y que en cualquier otro país de nuestro entorno, no habría suscitado la más mínima controversia.

El ancla, al parecer carente de connotaciones franquistas, es indultada, elevada y ennoblecida; en cambio, para evitar contaminaciones ideológicas, la medalla al trabajo del reaccionario Bastarreche quedará ignominiosamente soterrada y escondida a las democráticas miradas de los usuarios del Parque de los Patos, a los que, en cambio, se regalará la vista con una reproducción del escudo municipal con sus baños, su castillo, su espada y su león rampante, que meten menos miedo que el águila de la medalla al trabajo. Y casi todos contentos.

domingo, 30 de enero de 2011

Casas cueva en Archivel

De Archivel son conocidas sus viviendas rurales, sus afloramientos de agua en Los Ojos y en La Muralla, sus yacimientos arqueológicos, su castillo romano y su Santo, además, claro está, de sus fiestas patronales en honor a Santa Bárbara y la Virgen de la Esperanza. Se sabe de su riqueza agrícola y ganadera así como de su situación privilegiada en el Noroeste murciano.


Sin embargo, pocas referencias se encuentran a un peculiar asentamiento en una ladera, al oeste del núcleo urbano del que forma parte. A simple vista es un cerro más de suave pendiente que rodea el pueblo, sin embargo al echar la vista al suelo, uno se topa con un singular entramado de senderos que acceden a todo un conjunto de viviendas excavadas en el subsuelo de la ladera.





Con los años, algunas de estas viviendas subterráneas pasaron a formar parte de viviendas en superficie, acreditando al menos, el paso de sus propietarios a mejor posición en la vida. Este grupo constituye una minoría en el conjunto del barrio.








El grupo más numeroso viene conformado por las viviendas excavadas que aún conservan sus puertas y ventanas y que aparentemente al menos, aún siguen siendo habitables, prueba de ello los postes de la luz con sus correspondientes contadores que hay junto a alguna de ellas, o los cuidados frutales plantados en su minúsculo recinto.

En el conjunto llama la atención la gran cantidad de pequeños montículos de piedra diseminados por doquier, y que son, ni más ni menos, la salida de las chimeneas de estos hogares subterráneos.




El último grupo de casas  cueva lo conforman aquellas que, bien a causa del derrumbamiento del techo, del abandono o del expolio, han quedado expuestas a los ojos curiosos que al ver su interior, con dificultad alcanzan a imaginar las condiciones de vida de sus habitantes, semienterrados en ellas durante tantos y tantos años en que se conocía a Barranda, Archivel, Singla y Caneja, como los cuatro pueblos del hambre vieja. 

En calesa por el Segura

Las autoridades competentes, ya que no pueden conseguir que el río Segura lleve más agua por su exiguo cauce, -no tienen la llave del grifo-, al menos han acondicionado sus riberas para facilitar el tránsito de personas y vehículos. Así, en una de ellas, los murcianos gozamos de carril bici (un poco estrecho), carril peatonal, carril de servicio para vehículos autorizados (por el que circulan a sus anchas todo tipo de ellos no autorizados), y una franja pedregosa que limita directamente con la rivera del río. En la contraria, no hay distinción de carriles, y solo una pista de tierra y grava permite el acceso a la misma; por aquella circulan coches, bicis, furgos, motos, caballos y entre ellos la calesa de las imágenes, que le da un ambiente retro-huertano a la mañana festiva.

Mientras tanto, por el carril agua circulan libremente los patos y demás fauna acuícola, ajenos al continuo trasiego  de personas y cosas que transitan sin cesar por sus márgenes.

jueves, 27 de enero de 2011

El Santo de Archivel

Sagrado Corazón. El Santo en el Cerro de las Fuentes, Archivel.

 En Archivel hay un cerro que domina el pueblo, con los restos de un castillo romano en restauración y coronado por una estatua que representa al Sagrado Corazón, aunque en el pueblo se le conoce como El Santo y de momento nadie ha pedido su demolición, ni su voladura ni su fusilamiento al amanecer. De hecho no hay mayor problema a su ubicación en plena plaza de armas del viejo castillo. Vamos, que no le molesta a nadie, al contrario, los archiveleros se sienten muy orgullosos de su Santo, al que pueden ver prácticamente desde todos los rincones del pueblo en el Cerro de las Fuentes, y El a ellos, claro.
Anochecer en el Cerro de las Fuentes, Archivel

miércoles, 26 de enero de 2011

Reciclaje con premio

PREMIO A LOS QUE RECICLAN

Reciclar en Pamplona tiene un premio de película.
Reciclaje en Pamplona. Foto: antena3.com
En la capital navarra se acaba de instalar un centro de recogida de envases pionero en España y por cada lata o botella de plástico que el ciudadano recicla, obtiene puntos canjeables por entradas de cine.

Entradas de cine a cambio de botellas de plástico o latas. Es el particular trueque que pretende incentivar el reciclaje en Pamplona. El funcionamiento es muy sencillo. Se introducen los envases y la máquina, expende estos tickets con puntos. Un punto por cada botella o lata que se recicle. Con 90 puntos, entradas de cine gratis.

Además el sistema separa los envases y los compacta reduciendo su volumen. La iniciativa, está siendo todo un éxito. Y con los tickets en la mano lo único que queda es acercarse hasta las taquillas del cine, elegir una película y canjear los 90 puntos por una entrada.

Ni quince días hace que publiqué unas serias reflexiones acerca de lo altruista que resulta salvar el planeta sin obtener nada a cambio, y ya está el Ayuntamiento de Pamplona haciéndose eco de mis sugerencias. Estos regalan entradas para el cine; entretenimiento a cambio de civismo, no está nada mal.

Espero que los munícipes murcianos tomen buena nota y ahora que están de ecológicos subidos con tanto tranvía verde, ciclocalles y demás zarandajas, se acuerden de los que rellenamos a diario sus contenedores de colores y nos ofrezca una compensación, aunque sea simbólica: que si reciclamos papel, pues vales para novelas o préstamos de libros; que son botellas de vidrio, pues unos tickets para tapitas con caña en los bares capitalinos; que son de plástico o lata, pues una cartillica de raciones de leche en polvo o similares. Por dar ideas que no quede, a lo mejor alguna les gusta y la ponen en práctica, y eso que habremos ganado.

Seguiremos reciclando, con regalo o sin regalo, reciclaremos de todo: papel, plástico, vidrio, hojalata, pilas convencionales y las de botón también. Estaría bien que tan buenos ciudadanos tuviéramos una gratificación, aunque fuera simbólica, como los pamplonicas, y si a ellos los mandan al cine, a nosotros nos podrían mandar al fútbol en el flamante tranvía.

martes, 25 de enero de 2011

Hola Mari Jose,

tu chico nos convocó el domingo con el móvil para una quedada el lunes por la tarde, y nos juntamos un montón; no fue para tomarnos una cerveza en el 5 Estrellas y menos mal, porque no cabemos tanta gente, además, no habría sido lo mismo sin ti.

Así que nos reunimos en San Benito, y mientras el señor de la estola verde hablaba de sus cosas, yo te recordaba animando a nuestras hijas durante sus partidos de voley por esos pabellones de Dios, donde hacía más frío aún que en San Benito ayer. Recordaba tu entusiasmo y tú urgencia por exprimir y disfrutar hasta la extenuación la aventura de tus hijos en la vida, sin perderte ni uno solo de sus buenos o malos momentos. Lo abarcabas todo con ese buen humor con el que no podían las mil y una perrerías que te hicieron para robarle tiempo al tiempo, y que tú regalabas a manos llenas a los que te rodeaban.

En silla de ruedas te llevó tu chico al último partido en que nos vimos y al que vino hasta la abuela, allí estaba tu risa grande y contagiosa, tu sonrisa socarrona, poniéndote los obstáculos por montera. Ni una queja, ni un mal gesto, eso lo dejabas dentro, y tu niña se dejaba el alma en cada salto, cada saque, cada remate, haciendo gala de la ganadora que lleva dentro y que supo sacar de ti.

Dicen que es bueno tener amigos hasta en el infierno, y será verdad, pero yo prefiero si dudar tenerte a tí allá donde estás, y no es por darte coba, es que no todos tienen a quién recurrir cuando las cosas se tuercen, y ahora tú estás atenta a que no le falte de nada a los tuyos, igual que has hecho siempre, ahora lo tienes más fácil, porque aunque no te presentaste voluntaria, te han ascendido en el escalafón y tienes más mano.

Ayer, entre todos los que quedamos, nos reencontramos con tus amigos, tu familia, con la gente del equipo, con las niñas, con tu chico grande, con su cazadora en la que se siente cómodo, y tus chicos más pequeños, tan formales, tan guapos ¡qué buena escuela! A tu peque le dije lo que la echamos de menos; sin el voley de por medio, nos vemos poco y ¡se está haciendo de mayor!, como la mía, pero eso tú ya lo sabes y seguro que esa mano que ahora tienes con el de arriba, se la pasarás protectora a ellas en su difícil transitar por este complicado mundo, sin olvidarte de nosotros, a quienes también nos viene bien una manita de vez en cuando. Aunque ahora que lo pienso, puede que ya nos la hayas echado y si es así, para ser novata, no te ha salido nada mal. No te duermas en los laureles que tienes mucha faena por delante y seguimos teniendo pendiente unas cañas y unas risas.

Sorpresas te da la vida

Líderes en fiabilidad. Toyota: la marca más fiable en el informe TÜV 2011


Toyota se ha situado en 17 casos entre los 10 primeros en el Informe TÜV 2011, con ocho modelos en las cinco distintas categorías de antigüedad del vehículo (2 3, 4-5, 6-7, 8-9 y 10-11 años). Esto la convierte en la marca con mejores resultados de todas las incluidas. Tras alcanzar el Corolla Verso el primer puesto en el informe TÜV 2009 para los vehículos de entre dos y tres años de antigüedad, el Verso vuelve a encabezar en 2011 la categoría de vehículos de entre cuatro y cinco años, con un índice de defectos de sólo el 4,2 %.

El informe TÜV es el referente en fiabilidad sobre el motor que se realiza en Alemania. Es un documento anual donde se analizan las averías y consiguiente fiabilidad de los coches. El TÜV es un organismo similar a la ITV española que se encarga de las inspecciones obligatorias de vehículos y hace un informe con el número de fallos medio que tiene cada coche.

Cuando el pasado mes de julio nuestro querido Nissan Primera 1.6 Confort se pegó el segundo calentón en dos semanas, la cosa estaba clara, con diez años cumplidos y más de 250.000 Km. a sus espaldas, llegó el momento de su relevo. Hasta entonces, nuestra berlina japonesa se había comportado como la mejor, nos había paseado por media España con comodidad y bajo consumo y su maletero inmenso permitía almacenar la ingente cantidad de bártulos con los que viajamos habitualmente.

El tránsito debía ser rápido y las arcas, como siempre poco boyantes, limitaban el círculo de posibilidades. Había que decidir el tipo de vehículo: Berlina, monovolumen, familiar, compacto, 4x4, suv, cupé, cabrio... Después el combustible y la cilindrada (Esta parte era fácil porque siempre nos hemos decantado por los motores 1.6 de gasolina, por su buen rendimiento, bajo consumo y mantenimiento económico). La capacidad del maletero también es un apartado importante en nuestra elección por lo antes apuntado. La marca elegida constituye el penúltimo requisito en la selección, que se completa con el más importante de todos: el precio.

Con todos estos ingredientes se elabora un cuadro con no más de ocho aspirantes homogéneos, de los cuales se desechan los dos o tres más caros y los que obtienen peores puntuaciones en fiabilidad y seguridad según los estudios consultados. De los tres o cuatro finalistas, solo queda encontrar el más oportuno en el momento, es decir, el que antes esté disponible y por el mejor precio posible, y este fue, totalmente por sorpresa, el Toyota Verso 1.6 VVTI Active 7 plazas. Un coche a medio camino entre la berlina y el monovolumen, no excesivamente grande, con una habitabilidad enorme y una capacidad de maletero impresionante; comodísimo de conducir y por añadidura nos gustó el color del que estaba disponible. Como colofón, a la que iba a ser su conductora habitual, le encantó.

Diez días después de que el viejo Primera dijera basta, salíamos del parking de Toyota a bordo de nuestro flamante Verso,  y ahora nos enteramos por los alemanes que hicimos una magnífica elección. La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ¡Ay Dios! ... Como diría la canción.

lunes, 24 de enero de 2011

Pasa la vida



Archivel. Enero 2008
Archivel. Enero 2011
Los hijos y los árboles son una buena referencia del paso de los años y este pino americano es prueba de ello; en solo tres años ha pasado de ser apenas un respingo de metro y medio, a alcanzar los más de tres metros y medio que mide en la actualidad. Todos los días el espejo nos devuelve una agradecida imagen, sin que en nuestra vanidad caigamos en la cuenta del diario e imperceptible deterioro.

Pasa la vida. Sevillanas

Nos vemos jóvenes porque nos sentimos jóvenes, y ¡Ay de aquel que no lo haga!, porque ese sí que envejecerá rápidamente. La edad la llevamos en la cabeza y nuestro cuerpo le sigue, aunque no siempre consigamos sacarle el partido que nuestra mente optimista espera.

Hace unos días retaba a mi hija voleibolera a tocar el techo del pasillo de un salto; ella, con calcetines de andar por casa, y yo con pantuflas de suela de fieltro:

- Ten cuidado al saltar, que puedes resbalar al caer y darte un buen golpe.

Ella, suficiente, toma carrera, salta y se queda a un par de palmos del techo.

- Parece mentira, yo creí que saltabas más.

Vuelve a la otra punta, se concentra, toma carrerilla de nuevo y salta con todas sus fuerzas. Esta vez ha ganado altura, pero insuficiente.

- Ahora verás de lo que es capaz tu anciano padre.

- ¡Papá, no saltes que te la vas a pegar!

- ¿Pegármela yo? De ninguna manera, esto está chupado.

Ahí me perdí, en mi ansia por deslumbrar, cogí impulso, me agarré con una mano al marco de una puerta y con un ágil salto (así me lo pareció, al menos), estiré el otro brazo hasta tocar el techo con la mano. Durante una millonésima de segundo disfruté de mi hazaña, porque en el resto del segundo tomé clara conciencia del batacazo que me iba a pegar, al aterrizar con los talones de mis pantuflas de fieltro en el suelo del pasillo.

Según me iba dando la costalada pasaron por mi mente las múltiples posibilidades de hacerme daño que sobrevenían, eligiendo sobre la marcha la menos dolorosa e intentando no cascarme el melón contra el suelo. Como resultado de mi agilidad mental (que no de la otra), conseguí retorcerme en el aire lo suficiente como para caer de medio lado y parar el suelo con el "salva sea la parte", además del brazo y la pierna correspondientes.

Un escorzo inigualable que me dejó hecho un trapo a todo lo largo del pasillo. La espectadora de excepción, de inicio, se llevó un susto considerable pensando que me había roto la crisma, mientras yo, inmóvil en el suelo hacía una rápida evaluación de daños, alegrándome de que mi cabeza hubiera resultado incólume. 

Pasado el susto inicial llegó el pitorreo infame y despiadado de mis dos vástagas: mientras la mayor intentaba ayudarme a levantar mi saco de huesos del suelo, muerta de la risa, la pequeña, tras un gesto de humanidad que le honra, al colocarme una prenda de ropa bajo la cabeza para procurarme alivio en el primer momento, una vez me supo vivo y sin sangre a la vista, salió disparada buscando la cámara de fotos para inmortalizar el momento, lo cual consiguió con creces.

Curiosamente, aunque dolorido, no me sentí humillado, había pasado lo que tenía que pasar, ya se fueron los veinte, los treinta y algunos más  también,  y aquella agilidad juvenil que todos los días me refrenda el espejo, quedó atrás, aunque seguro que a los cincuenta y con el entrenamiento adecuado  aún se puede dar mucha guerra. Y si no, al menos, se ha de conservar el sentido del humor, que alarga la vida.

domingo, 23 de enero de 2011

Gato montés


Gato montés. Felis Sivestris
 En una fría mañana de invierno, allá por los campos de Archivel, estaba el señor Don Gato acostadito entre los terrones cálidos de un bancal recién labrado, cuando nuestras miradas se encontraron fijamente durante unos segundos. A él no debió gustarle lo que vio, porque a regañadientes abandonó su descanso, y de veloz carrera puso tierra de por medio danzando sobre los caballones; debió pensar con su mente de gato que le iba a perseguir, y razonablemente huyó dado mi tamaño y feroz aspecto cámara en ristre. ¡Pobre iluso! Menuda carrera se dio a cuenta de una persecución imposible de este pobre pecador, por cuya mente solo pasó retratarlo dignamente.

FICHA TÉCNICA
Orden: Carnívora
Familia: Felidae
Género: Felis
Especie: Felis silvestris (Schreber, 1777)
Longitud de la cola: de 28 a 35 cms.
Alzada a la cruz: De 60 a 70 cms.
Peso: Los machos entre 5 y 10 kgs., las hembras entre 4 y 6 kgs. Excepcionalmente puede alcanzar los 14 kgs. (Brink, 1967).
Status de la especie: Especie catalogada de interés especial.
  
El gato montés o europeo es un mamífero carnívoro que, aunque presenta similitud con la raza doméstica conocida como “gato romano”, es más grande y corpulento que este. El gato montés posee un cráneo más ancho y robusto que el gato doméstico. También puede diferenciarse por la forma de la cola, así mientras que el gato doméstico y los híbridos tienen la cola fina y puntiaguda, la del gato montés es roma y gruesa. Son apreciables los largos pelos de los bigotes o vibrisas, así como sus pupilas verticales, adaptadas a la visión nocturna. También pueden diferenciarse por la longitud del pelo, que suele sobrepasar los 4 cms. en el montés y no pasar de los 3 cms. en el doméstico. 

La raza ibérica es de mayor tamaño que la del resto de Europa, pudiendo superar fácilmente los 8 Kgs. Es un animal solitario, tímido, crepuscular y nocturno, aun cuando se vuelve de hábitos más diurnos en invierno. Las horas de sol suele pasarlas en huecos de árboles y oquedades del terreno, siendo la hembra más sedentaria que el macho, que suele desplazarse en un radio de unos 20 Kms. a una velocidad de 3 a 6 Kms. /hora, durante la noche, practicando una caza itinerante.

El gato montés es un típico predador de roedores, aun cuando las aves (particularmente pájaros), anfibios, reptiles e incluso insectos también constituyen un porcentaje significativo de su dieta. No consume los frutos otoñales. Se estima que gato montés tiene unas necesidades alimenticias de unos 500 gramos diarios.

El ancestro más antiguo que se le conoce al gato es el MIACIS, uno de los primeros mamíferos en poblar la tierra, de cráneo achatado, cuerpo largo y delgado, patas cortas y cola larga. Se cree que habitaba en los árboles, cazando pequeños animales para alimentarse. Como los gatos de hoy en día poseían uñas retráctiles que usaba para cazar, pelear, correr y trepar los árboles. Es aceptado por la gran mayoría de los científicos como el ancestro de mapaches, osos, civetas, hienas, perros y gatos. De este MIACIS, surgieron dos grandes líneas de félidos una de las cuales, la de félidos de gran tamaño da origen al Smilodon (el tigre dientes de sable) de la cual no quedan exponentes pues toda esa línea se extinguió. La otra, que incluye al Dinictis produjo una serie de felinos más pequeños, ágiles e inteligentes que el Smilodon.

Fuente de la ficha técnica, descripción y datos:

sábado, 22 de enero de 2011

Naranjas bordes

 Los naranjos forman parte del paisaje murciano. Muchas calles cuentan con estos frutales como ornamento y sombrajo, y junto con las moreras constituyen la seña de identidad arbórea de nuestra capital. Estos días de enero se muestran repletos de apetecibles frutos que colorean alegremente la ciudad. Alcanzado su punto de madurez óptima, ahora llega el momento de la recolección y en ella se afanan los operarios de Parques y Jardines, que subidos a sus perigallos y a la forma tradicional, a mano, descuelgan una a una las frutas maduras que apilan en grandes cestones a pie de árbol. Apenas termina la poda de las moreras comienza la cosecha naranjera, ardua labor la que realizan los jardineros municipales de descargar del amargo fruto, árbol a árbol y calle a calle.
Cuando veo la recolección siempre me planteo la misma cuestión ¿Por qué decorar nuestras calles con árboles de sombreo, cuyo fruto resulta incomestible o únicamente apto para elaborar mermelada de naranja amarga? ¿Será porque si la fruta fuera apetecible para el paladar, ahora encontraríamos a nuestros conciudadanos encaramados a los árboles llenando sus morrales y eso crearía problemas de orden público? ¿Será por miedo de la municipalidad a las tripoteras reales o fingidas que el consumo de la fruta podría causar a los vecinos, y las consiguientes reclamaciones de éstos por los perjuicios sufridos? De listos está el mundo lleno.

Y en otro orden de cosas ¿Quién no ha probado alguna vez, dejándose llevar por su magnífico aspecto, una naranja borde y se ha llevado un amargo chasco? Dudas existenciales no son, lo sé, pero ver como acaban en los contenedores de basura, tantos y tantos canastos repletos de naranjas de magnífica presencia, me recuerda la cantidad ingente de recursos de todo tipo que nuestra sociedad derrocha a manos llenas, convencida erróneamente de su  infinitud.