Gato doméstico. Felis silvestris catus. |
De toda la familia de gatos subidos a un contenedor de basura, el único curioso que no salió zumbando al ser enfocado por la cámara, fue este bonito gato multicolor, que se acercó cauteloso, dando dos pasos adelante y uno hacia atrás, hasta colocarse a una prudencial distancia que nos permitió observarnos mutuamente.
Ladeando la cabeza, parecía preguntarse por mis intenciones y al contrario que a sus hermanos, le pudo más la curiosidad que la precaución, acercándose tanto como para atrapar mi reflejo en sus ojos.
Su código salvaje le impidió traspasar la frontera de los veinte centímetros que separaban su hocico de mi mano, y hasta ahí llego nuestra incipiente amistad. Si hubiera pasado la línea, me habría puesto en el compromiso de adoptarlo. Al menos satisficimos la mutua curiosidad antes de continuar nuestro camino.
Ha tenido premio, los demás agazapados y escondidos, seguirán con sus vidas de gato, en cambio, el gato curioso y multicolor consiguió su propia estrella de la fama en mi particular galería de animales y aunque su vida gatuna y la mía no vuelvan a cruzarse, yo ya tengo atrapada su imagen.