viernes, 7 de enero de 2011

El 13. El Dinero

Ese es el nombre que los jugadores le dan al número 13. Siendo el tradicional número de la mala suerte, tiene un buen nombre para compensar. Cuando fui a cambiar el reintegro de unos décimos del sorteo de Navidad que jugamos en equipo, por otros para el del Niño, no pedí un número concreto y me dieron uno terminado en 13. Tentado estuve que me lo cambiaran por otro menos "desgraciao"; no lo hice, ya había salido un 13 en el sorteo de Navidad y me lo quedé.

Y el Gordo del Niño ha caído en el 70.013, así que pillamos la terminación y una pequeña alegría, que seguro es premonitoria de que este año, del que poco bueno esperamos, al final, será estupendo y cumpliremos con creces nuestros deseos, eso sí, habremos de poner nuestro granito de arena siendo positivos y esperando siempre lo mejor para que se hagan realidad.

Vándalos Navideños II

¡Que triste imagen para rematar la Navidad!
No tenemos nada que envidiar a los vándalos de Lepe que tras destrozar las figuras del Belén municipal, se llevaron al Niño Jesús de fiesta. Aquí nos dedicamos a lapidar, literalmente, a las figuras de los belenes con la excusa de arrojar unas monedas para su mantenimiento.

El Belén montado frente a la sede central de Cajamurcia en la Gran Vía estaba hoy repleto de monedas y figuras mutiladas: brazos, manos, cabezas... yacían a los pies de sus propietarios en una triste estampa, más propia de un campo de guerra que de una recreación histórica del nacimiento de Jesús. Por doquier abundaban los destrozos, algunas figuras  derribadas mostraban sus peanas en indigna postura. No hemos completado el recorrido, la pena y la indignación por lo contemplado nos ha hecho desistir de ello.

El triste espectáculo de ver la figura del Niño manco de sus dos brazos, rodeada de monedas y hasta colillas, es solo un detalle, pero hace pensar que algo no va bien, cuando obtenemos resultados como este, es que no lo estamos haciendo bien; padres, religiosos, educadores y políticos somos los responsables de este desaguisado, (uno más) y no vale decir que no hay mala voluntad en arrojar monedas a los belenes, porque no es cierto, sí la hay, quizá no en todos, pero la hay. Hay voluntad de hacer daño, y cuanto más, mejor.

Por ello, para el próximo año y los años venideros, propongo sustituir los belenes por casetas de feria con su pin, pan, pun!, tiros al blanco con escopetas, dardos y pelotas, lanzamiento de monedas y premio para el más certero. O mejor aún, montar los belenes con mecanismo de devolución, de tal forma que por cada moneda recibida, devuelvan otro tanto al rostro del lanzador, para que la diversión sea recíproca y los pastorcicos se crujan de risa cuando le atinen en un ojo al cretino de turno.

Naranjitas y Limones ...

Los paseos por la huerta siempre deparan sorpresas y curiosidades; por mucho que conozcas los carriles y sendas que eliges cada vez, nunca dejas de encontrar nuevos detalles. Esta mañana, uno triste: en el camino del Reguerón, donde otras veces parábamos a saludar a un simpático perro enjaulado, en una casa típica huertana de dos pisos, con una exuberante vegetación, siempre cuajada de flores, hoy la hemos encontrado quemada, abandonada, la jaula vacía,  las maceticas empezando a languidecer... Una víctima más de esa autovía que aún tardará en llegar.

El otro, divertido: me ha recordado una vieja canción que nos cantaba mi madre de pequeños, cuando en el recodo de un carril nos hemos topado con un naranjo injertado de limonero o al revés, una suerte de "limonanjo", que rápidamente me ha transportado a la niñez y a todas aquellas canciones que nos cantaban de chicos (Jugando al escondite; el cocherito leré; tengo, tengo, tengo; la reina Berenguela; estaba el señor Don Gato; estaba una pastora; tengo una muñeca... y tantas otras)


AL CORRO DE LA PATATA

Al corro de la patata
comeremos ensalada,
lo que comen los señores,
naranjitas y limones,
¡Achupé! ¡Achupé!
sentadita me quedé.

Aserrín, aserrán,
los maderos de San Juan,
el marinero en la popa
aserrando un banco está.
Aserrín, aserrán,
las palomitas se van,

Aserrín, aserrán,
las campanas de San Juan,
las de "alante" corren mucho,
las de atrás se quedarán.

Al corro de la patata
comeremos ensalada
lo que comen los señores,
naranjitas y limones,
¡Achupé! ¡Achupé!
sentadita me quedé.