miércoles, 14 de diciembre de 2011

Optimismo

Barandilla con banco en el rio Segura

Optimista es lo menos que se puede pensar del autor de esta obra que remata los muros de contención del río Segura a su paso por Murcia y si no, ¡cómo se explica que a tramos regulares instalara bancos como el de la imagen, para solaz y descanso de los paseantes, y los situara a no menos de un metro sobre el nivel del suelo?

Quizá cuando lo hizo, la previsión de crecimiento del murciano medio estuviera por los estándares de la NBA americana y en un intento de adelantarse a su tiempo instaló los bancos a tan respetable altura. Según un estudio colombiano de estimación de la talla a partir de la medida de la tibia, para una tibia de 39 cm, se obtendría una talla de 1,71 m, por lo que si estimamos una tibia de 100 cm. para alcanzar el banco con cierta comodidad, la talla del propietario de tan estimable tibia, andaría nada menos que por los 4,38 m.

He pensado también en la aplicación muy murciana del principio del “tajo parejo”, que a costa de que la barandilla salga toda recta sobre el muro, no se tienen en cuenta ni se rellenan los desniveles del firme que queda por el lado de los transeúntes, y así, a lo largo del paseo, los bancos suben y bajan al capricho del terreno.

La primera explicación me gusta más por lo optimista, aunque a la hora de la verdad, me quede con la segunda por más cierta, y es que en la vida, un punto de optimismo es imprescindible, aunque nunca se ha de perder de vista la realidad de las cosas.

Nota: Me he permitido borrar las pintadas que afean el banco.