Cola de los churros |
Cola para votar |
De buena mañana el churrero le ganaba a los políticos de largo. Es cierto que el primero juega con ventaja: a cambio de unos euros, te entrega los churros y el chocolate, un valor seguro; los segundos, a cambio de los votos, no sabemos que harán con nuestros dineros y resulta incierto si lo que recibiremos mejorará nuestras vidas. Vamos, un verdadero acto de fe que no nos llena el estómago.