miércoles, 29 de junio de 2011

Palmera Datilera


Palmera datilera (Phoenix dactylifera)
En plena huerta murciana, también podríamos llamarla palmera superviviente o phoenix supervivens, que aún no ha caído víctima del picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus), coleóptero curculinoideo ¡ojo al nombre y a la familia! originario del Asia tropical. Este condenado gorgojo, en su etapa de larva se pone las botas perforando galerías de más de un metro de longitud en los troncos de las palmeras, ya sean cocoteros, palmeras de aceite o datileras.

Una vez que el gorgojo se instala en una palmera no hay quién la salve y la pobre acaba “palmando” con el consiguiente disgusto para el dueño y su bolsillo, porque además de perder el arbolito, lo ha de talar y llevar los restos a un sitio controlado para incinerarlos y con ello achicharrar a los gorgojos supervivientes.

Todo esto nos ha venido a cuenta del progreso y la globalización; al igual que los Conquistadores se trajeron las patatas y los tomates del Nuevo Mundo, la moda de ajardinar las modernas urbanizaciones mediterráneas nos ha traído palmeras de Egipto y del norte de Africa, más baratas que las autóctonas, pero plagaditas de los malditos rhynchophorus, que al llegar aquí no han hecho distingos a la hora de instalarse para comer.

¿Quién no ha visto palmeras con todas sus palmas secas y chafadas? ¿Quién no ha visto los pies cortados de las palmeras en los jardines pintados de verde como muñones de pata de elefante? ¿A que da pena? Pues disfrutemos de las que aún quedan y aprendamos la lección de que a menudo lo barato sale caro, y en muchas ocasiones, lo pagan quienes no compraron.