Mandarino |
Cosas que pasan.
Cuando le preguntas a tus amigos
por si quieren un naranjo estupendo, y estos imaginan contigo la estupenda cosecha
futura, y le buscan un sitio de honor en su jardín, y después hacen un hoyo a
medida en todo el centro del parterre, atravesando capas y capas de terreno
hasta casi llegar a la litosfera profunda, y vas y desenvuelves el arbolíco para
introducirlo en el real sitio, y previo al acto lo despojas de su carnet
fitosanitario.
Cosas que pasan; resulta que el
naranjo es mandarino y todo el esquema mental de las hermosas naranjas se
trunca por el de mandarinas sabrosas. Ahí descubres el temple de tus amigos:
las mandarinas también nos gustan, ¡al hoyo con él! Y en el hoyo acaba el
mandarino junto con el pequeño sofoco de haber colado, involuntaria e inocentemente,
claro, gato por liebre.
Sólo espero y deseo una producción
futura de exquisitas mandarinas que hagan olvidar al naranjo que no fue.
Mientras tanto, y en la espera, zanganeando por su jardín, pude hacer fotos de
algunos seres vivos que por él se me cruzaron y que les dedico, a mis amigos,
en desagravio.
Florecilla |
Alas de cristal |
Simba |