Nada más que por esto, ya me caen
simpáticos la Magistrada y el Guardia Civil, por "antisistema", pero no de esos que van por ahí con la
cara tapada rompiendo escaparates y quemando contenedores, sino de los otros,
de los que no están dispuestos a pasar por el aro, de los que no aceptan
lo establecido como justo cuando no lo es, los que defienden sus derechos y una
forma de impartir justicia alejada de lo políticamente correcto.
Así que según la Administración,
no poner suficientes multas equivale a un “notable
descenso en el rendimiento, interés e iniciativa” de un Guardia Civil, que
por poco más de 213 € tiene que
afilar el lápiz y freír a denuncias al ciudadano; pues yo me quedo con la otra
parte que justifica el raquítico “plus”:
que sirve para compensar la especial penosidad de su trabajo, expuesto a los
riesgos de la carretera y auxiliando a los accidentados a cualquier hora del día
y de la noche.
¡Bien por su Señoría!