jueves, 21 de julio de 2011

Caballitos del Diablo y Libélulas

Caballito del Diablo negro 1 (zigóptero)

Caballito del Diablo negro 2 (zigóptero)

Caballito del Diablo azul 1 (zigóptero) Enaliagama cyathigerum

Caballito del Diablo azul 2 (zigóptero) Enaliagama cyathigerum

Libélula marrón 1 (Anisóptero)

Libélula marrón 2 (Anisóptero)

Libélula azul 1 (Anisóptero)

Libélula azul 2 (Anisóptero)

Entre los bichos que vuelan y dentro de la pandilla de los artrópodos de seis patas, están los odonatos, que a su vez se clasifican en anisópteros y zigópteros. Esto a grosso modo, porque luego hay familias y subfamilias con nombres a cual más complicado, y que ahora no vienen al caso.

Los caballitos del diablo o señoritas se confunden a menudo con las libélulas. Sin embargo, ambos grupos son diferentes; los zigópteros mantienen las alas juntas, pegadas al cuerpo, cuando están en reposo, mientras que las libélulas (anisópteros) las mantienen separadas horizontalmente o ligeramente inclinadas hacia abajo y hacia adelante; ambos subórdenes tienen dos pares de alas, en las libélulas el segundo par de alas es más ancho que el primero y en los caballitos del diablo el ancho en los dos pares de alas es similar. Sus ojos también difieren, mientras que los de los caballitos del diablo están separados, los de las libélulas están prácticamente juntos. Los caballitos del diablo poseen cuerpos más delgados y son más frágiles en su vuelo. Ambos poseen ciclos vitales similares.

Anatomía

El cuerpo frágil y las alas largas y delgadas hacen de la libélula uno de los insectos más veloces. A diferencia de la mayoría de los insectos, éstas pueden batir sus alas anteriores y posteriores de forma simultánea o alternada en diferentes fases del vuelo, lo que resulta, respectivamente, en una mayor potencia con mayor coste energético, al despegar, y en una potencia y coste menor, durante el vuelo

Poseen una vista excelente, gracias a la peculiar estructura de sus ojos: alrededor de 30.000 facetas dispuestas de tal forma que le permiten aproximadamente 360º de campo visual. Estos ojos multifacetados, por lo general, se juntan en la parte posterior de la cabeza y le permiten ver a su presa desde una distancia de hasta 12m. La libélula no puede caminar por la posición frontal de las patas, pero la forma de "canasto" de éstas le permite atrapar a su presa.

Camuflaje de movimiento

Se ha descubierto recientemente que las libélulas emplean la ilusión óptica para acechar a otros insectos que invaden su territorio. Se pueden mover de tal forma que se proyectan a sí mismos como un objeto estático mientras atacan con rapidez a sus víctimas. Estos descubrimientos ilustran por primera vez cómo utilizan técnicas complejas de camuflaje durante el ataque aéreo.

Estos ejemplares proceden de los ríos Quipar y Argos en el Noroeste murciano, y al menos ya sabemos distinguir entre libélulas y caballitos del diablo con solo mirarles las alas.

Para saber más sobre estos simpáticos animalitos, pinchar en los enlaces siguientes:

Caballitos del Diablo  /  Libélulas