Zapatero ofreciéndole a Merkel la Moncloa para pasar las vacaciones de verano |
Me ha llegado el rumorcillo de que la señora que manda en Alemania quiere que los españoles tengamos los mismos días de vacaciones que sus compatriotas. La noticia me congratula especialmente dado que para tener derecho a vacaciones, obviamente antes hay que habérselas ganado, ya sea estudiando, ya trabajando, lo cual quiere decir que doña Angela nos tiene a los españoles por ocupados.
Porque si sabe que hay casi cinco millones de españolitos de vacaciones perpetuas, es que está pensando en ocuparlos para que puedan disfrutar de unas merecidas vacaciones a la alemana, en las Baleares, las Canarias o la Costa del Sol; o a lo mejor no sabe que quieren trabajar y no pueden, que su clase política se demuestra incapaz de generar la mínima confianza que ponga de nuevo en marcha nuestra economía, aunque sea al ralentí, y que de momento no hay puertas que se abran por mucho que llamen y se desgañiten.
Quizá no sepa tampoco que los cada vez menos que tiene la fortuna de trabajar, lo hacen más horas en cómputo total que los alemanes, aunque quizá no tan eficientemente como ellos, porque el componente lúdico de la vida también hay que cuidarlo, y que encima lo hacen por unos salarios muy inferiores para un coste de la vida semejante, y unas prestaciones sociales que ni las clases más desfavorecidas de su pueblo disfrutan.
¡Ay doña Angela!, que nos quieres poner a los españoles el uniforme alemán sin percatarte que nos salimos por sus costuras, que si vosotros tuvisteis un imperio, nosotros lo tuvimos antes y más grande, que cada pueblo es como es y que dos días de vacaciones más o menos entre 365 son una mera anécdota. Lo importante es ayudar al que lo necesita o por lo menos, no ponerle la bota prusiana encima e intentar hundirlo en el fango que los despropósitos europeístas han ido creando.
Ande, señora Merkel, haga usted con sus vacaciones lo que le peta y déjenos a nosotros disfrutar de las nuestras mientras podamos y las tengamos.