miércoles, 17 de noviembre de 2010

Una píldora

Notamos que nos vamos haciendo mayores por muchos pequeños detalles de la vida cotidiana. Uno de ellos, el número creciente de píldoras que a diario hemos de tomar. Hay dos tipos de píldoras (aparte de la del día después, la viagra y alguna otra), las medicamentosas y las milagrosas. Las primeras nos las endosa nuestro médico de cabecera para regular los diversos niveles que con la edad, los achaques y las malas costumbres se desajustan en nuestro organismo. Las segundas también nos las suele recomendar el galeno o algún bienintencionado amigo, y van desde las ricas en antioxidantes, hasta los complejos vitamínicos, pasando por las que compensan la falta de Omega 3, las anticancerígenas o las que  contienen luteina para prevenir la degeneración macular, como es mi caso.

Un día descubrimos que estamos encadenados a una más o menos larga hilera de píldoras de diferentes colores y tamaños, (algunas monstruosas), que cuidadosamente alineamos frente a nosotros a la hora de las comidas y que con mayor o menor dificultad trasegamos con santa resignación. No cuestionamos tener que tomarlas, nos fastidia, pero seguimos ordenándolas y consumiéndolas a diario.

El hombre ha llegado a la Luna (y no ha vuelto), somos geolocalizables por medio de nuestro celular (me enteré ayer y me produjo algo de zozobra pensar hasta donde nos tienen de fichados), podemos viajar a cualquier lugar del mundo gracias a Google Hearth, pero seguimos tragando pastillas a gogó.

Y digo yo, ¿Sería posible que los médicos nos recetaran en un único compuesto, todos los remedios necesarios para mantener nuestros niveles en los índices recomendables? ¿Podríamos llegar a la farmacia con la receta y previa llamada al laboratorio, nos cocinaran los remedios en una única píldora?. Con la proliferación de medicamentos genéricos, seguro que sería posible hacer realidad esta utopía sin que se tambalease la todopoderosa industria farmaceútica; el Estado ahorraría una barbaridad, desaparecerían las farmacias caseras y tendríamos mucho mejor concepto de nosotros mismos al tomar solo una píldora por día. Aunque fueran dos, la medicamentosa y la milagrosa.
Píldoras de internet.

No hay comentarios: