... nos la vamos a pegar.
Hasta el año 2008 éramos la hermanita pobre del eurogrupo y nos inflaban a fondos estructurales; autopistas, aves, aeropuertos y un sinfín de mejoras en infraestructuras, fueron realidad gracias al esfuerzo ajeno. Este chupe se acabó con la entrada de nuevas hermanitas pobres al eurogrupo de los 27 y que no solo supuso el cierre del grifo, sino que además, a partir de entonces nos toca contribuir a las mejoras ajenas, y aún no conseguimos digerirlo.
Hemos tenido la gallina de los huevos de oro en el corral mediterráneo, al solecito de los campos de golf y la brisita de la costa, y en vez de dejarla poner sus huevos al ritmo natural que marca la naturaleza, la hemos exprimido y estresado de tal manera, que ha puesto todos sus huevos de golpe hasta quedar seca y moribunda. Prueba de ello son las cientos de urbanizaciones, repartidas por toda la geografía española, (mayoritariamente la costera), esperando a sus destinatarios centroeuropeos y cuyo denominador común es un vacío desolador. (Poco les importa a los que se quedaron con los huevos del pelotazo y la especulación)
Hace dos años fuimos los últimos en enterarnos de que había una tremenda crisis mundial, aunque ya todos lo sabíamos, y nuestro gobernantes sacaban pecho diciendo que habíamos adelantado a Italia y le estábamos pisando los talones a Francia en crecimiento económico. Nos lo creíamos y nos miraban con desdén. Hoy nos miran como apestados y están dispuestos a que paguemos nuestras bravuconadas lanzándonos dardos envenenados desde todos los frentes mediáticos.


Que nuestros dirigentes se dejen de rencillas electoreras, se remanguen la camisa y hombro con hombro tomen las decisiones que se hallan de tomar, y presenten batalla como ya lo están haciendo otras naciones, dando la imagen de unidad y de solvencia que se espera de España, quizá, y solo quizá, evite que acabemos pegándonosla con todo el equipo.
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