jueves, 14 de octubre de 2010

Los Pilares de la Tierra

Vidriera de las Santas Justa y Rufina.  Juan Bautista de León. 1.685. Catedral de Sevilla
Aunque no sigue muy fielmente el libro de Ken Follett, la serie que ha emitido Cuatro no ha estado mal. El libro me gustó, la serie no tanto, aunque lo que me trae aquí no es ni lo uno ni la otra. Me trae la Catedral, concretamente las vidrieras; siempre me han llamado la atención las vidrieras de las catedrales, santuarios, monasterios, iglesias ... Viendo los Pilares de la Tierra caí en la cuenta de lo importante que es la naturaleza y su observación para que el ser humano consiga sus propósitos. Tanto el cantero Tom como su prohijado Jack vivían en pleno contacto con la naturaleza y ambos eran espabilados, pero el segundo era el que mejor sabía exprimir lo que le rodeaba, de ahí que ideara la forma de hacer entrar esa luz tan cautivadora en su catedral al observar las alas de las libélulas y la forma en que la luz atraviesa sus delicadas alas. Esta es, al menos, la versión romántica de la invención de las vidrieras que a mi me gustaría fuera real. Porque, en caso contrario ¿Que objeto tiene la existencia de las libélulas?

Libélula en reposo

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