Con todo lujo de detalles |
Dos niñas, pequeñas, de siete u ocho años, en
una esquina, con varios folios y un rollo de cinta adhesiva, discuten el mejor
método para pegar un cartel en la pared de modo que quede bien sujeto y lo vea
todo el que pase. Al poco, se deciden, el sitio justo, la altura adecuada (un
metro escaso, su estatura) y mientras una sujeta, la otra fija el cartel con un
par de tiras adhesivas. Dan dos pasos atrás para contemplar el efecto y,
satisfechas, continúan hacia la siguiente esquina con sus trastos en una bolsa.
Nada de
fotocopias, trabajo manual, con alguna "errata de imprenta"
anecdótica y subrayadas en colores las palabras para imprimir mayor énfasis
al mensaje en cada uno de los carteles. Puede que encuentren las bolsas
olvidadas, e incluso, los patines que había dentro de ellas, puede que su
esfuerzo e ingenua esperanza no tengan respuesta, pero, al menos, ahí queda su
mensaje y su trabajo, y sí, por casualidad, alguien encontrara sus patines, por
favor, que les llamen y se los devuelvan.
Se lo merecen.
2 comentarios:
Me encantaaa
Sylvia Alonso
Deberíamos premiar su esfuerzo colaborando "económicamente" en el caso de no recuperar sus pertenencias, ojalá lea este aviso aquella persona que las encontró.
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