Vaya por delante que el personaje de hoy es mi amigo y cualquier
exageración será pequeña. Qué mejor día que el Día del Padre para dedicárselo y es que habrá pocos padres que
puedan presumir de buena mañana, de recibir 14 felicitaciones de sus 14 hijos.
Aunque así de entrada parezca un poco excesivo, cuando conoces a
su parentela, casi se te queda corta, porque son unos niños tan estupendos que
no te importaría que hubiera media docenita más, y seguro que al padre tampoco
le habría importado.
Un poco excesivo le veo en eso de las carreras, que digo yo que lo
de andar trotando por esas medias maratones de Dios, a punto de echar
espumarajos por la boca y bordeando el síncope, no debe de ser muy sano, por
mucho que lo recomienden y por muchos que lo practiquen. Donde esté el paseíto
mañanero, que se quite el trote cochinero (con perdón)
Excesivo en el trato con los que le rodean, caluroso y acogedor,
te ofrece lo que tiene y lo que no tiene, se va a buscarlo para dártelo también.
Como hijo de familia numerosa y padre de numerosísima familia, está más que
acostumbrado a compartir y repartir y me han dicho que reparte unas raciones de
paella que quitan el hipo.
Hay algo que resulta un misterio para mí, casi tan gordo como el
de la Trinidad, y es la forma en que la Gacela estira el tiempo como si fuera
Mr. Elástico de los 4 Fantásticos. Las mañanas y las tardes las dedica a
trabajar, mayormente durmiendo gente, no por aburrimiento sino con anestesia, y
cuando el resto de los mortales se iría a descansar, él se calza las deportivas
y a trotar por el río o por el malecón, o a dar pedales si se tercia. En
llegando la noche, muchas de ellas coge el portante y se va a la cosa religiosa,
que también llena buena parte de su existencia y le sirve de combustible para
lo demás. Y aún le queda tiempo para los arroces en el campo, para disfrutar de
sus nietas y para irse de excursión a ver al Papa cuando se va a la otra punta
del mundo a reunirse con la Juventud.
Y tanto ir y venir le sirve de excusa para mantener una pasión de
juventud, la moto. El dice que por necesidad, que le permite llegar rápidamente
al trabajo, evitar retrasos y aparcar en la puerta. Excusas baratas; desde que
lo conozco, se le ilumina la cara cuando se sube a una moto, y ahora, gracias a
Dios, por lo menos se pone el casco.
Feliz Día del Padre y... ¡Tira millas, Gacela!
4 comentarios:
Gracias por la dedicatoria, no la merezco. Lo de correr es salud para mí; lo de la moto es verdad; lo de ser generoso es "obligación" con la familia que Dios me ha dado.Tengo la fortuna de seguir con grandes amigos . Un abrazo. Te debo un arroz
El bueno de kikar!! ( O Wizardo para los más rebuscados)!.
Tienes razón hermano, nadie como el para glosar todas las virtudes de un buen padre.
Lo que menos me gusta es lo de "La gacela de Santa Pola", no sé ,no le veo similitud alguna, si acaso yo le llamaría "La liebre de Abarán" ( bueno es sólo una idea).
Un abrazo para los dos!!
XD
Que bueno Fernando. Me ha gustado mucho y esa Gacela debe estar inmensa con estas merecidas palabras. Si Señor! Asi da gusto!
Pongo la mano en el fuego que lo de la Gacela de Santa Pola no es cosa mía, que lo explique el interesado. Si quiere.
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