Batido de chocolate |
martes, 31 de enero de 2012
lunes, 30 de enero de 2012
Historia de un Cumpleaños
A mi personaje de hoy lo conocí
hace ya mucho tiempo, pero me acuerdo del momento exacto y de la foto fija que
quedó grabada en mi memoria, como si este no hubiera pasado.
- ¡Quiero entrar en la pandilla!
Quién así se expresaba era un
personaje menudo, enfundado en unos vaqueros con un suéter de cuello alto,
botas de montar, cabello corto y ensortijado y moreno a más no poder, que con
gesto firme se dirigió al grupo, -la pandilla-, en uno de los salones del Club
Náutico de Campoamor.
El personaje tendría un par de
años menos que el resto del grupo, rondaba los 14 o 15, y de primeras fue
recibido con cierto recelo:
- ¿Y tú quién eres?
- Soy Silvia y tengo una moto.
Lo de la moto resultó definitivo.
Aquella niña no era como las niñas al uso, tenía una determinación y un
carácter que no se los llevaba el viento. Y además, tenía una moto, una Rieju
de 49 c.c., que con el tiempo hizo las delicias del personal y a ella le dejó
tatuada en la frente la buena estrella que le acompaña en la vida.
De su madre heredó una
generosidad desbordante, una vitalidad a prueba de bombas y una alegría
insultante. Aquella magnífica señora jamás torció el gesto cuando un día tras
otro, cuatro o cinco bocas hambrientas se presentaban en su casa después de las
clases de natación y devoraban enormes bocatas de foie-gras mientras planeaban
el resto de la jornada. Ana Mari nos trataba como a sus hijos y en aquella casa
nunca sentías que molestabas, (Y vaya si molestabas, más que las moscas,
seguro)
Como siempre pasa, el más listo
de la pandilla le echo el ojo y no cejó hasta ponerle el anillo en el dedo.
Pero entre los bocatas y el anillo, nunca dejó de ser una amiga estupenda,
conversadora sin fin, convencida de sus ideas y polemista como una sufragista
británica.
En mi época universitaria
residente en Murcia, frecuentaba las casas de mis amigos de la playa que vivían
en la capital, y siempre encontraba madres comprensivas que me daban de comer,
y de cenar si se terciaba. En la
casa de mi personaje comí y cené en muchas ocasiones, aunque
el buen doctor de digestivo, D. Joaquín, que me diagnosticó en su día mi hernia
de hiato, no recordaba haberme visto a su mesa, cuando surgió el tema la última
vez que coincidimos. No me extraña, en aquella época casi no se me veía de
frente ni de perfil.
En las sobremesas de aquellos
días, en la cocina de Doctor Marañón, me enteré de que mi amiga Silvia andaba
enredada en un negocio que sonaba a cristiano viejo de las catacumbas, de la
época de las persecuciones de Nerón, los mártires, los circos romanos, los
leones y los cristianos perseguidos por todas partes. Me contaba de su Comunidad,
del Camino Neocatecumenal, de su fundador, de los ritos, de las celebraciones,
de lo mucho que aquello le ayudaba en sus dudas y contradicciones.
Ciertamente parecía haber descubierto
el camino al paraíso y había puesto toda su voluntad en recorrerlo. Yo también
había tenido mi época de fervor religioso, -no en vano vengo de una familia con
fuertes convicciones religiosas, fui a colegio de religiosos y después de curas,
y había sido monaguillo convencido-, me sabía la liturgia al dedillo y no
andaba mal de los viejos y nuevos testamentos, con lo cual tenía base suficiente para polemizar con
aquella vehemente muchacha, el tiempo y las veces que hicieran falta.
Cuando el arroz solo era para cuatro |
Mi amigo Ricardo, (siempre Kikar
para mí) se llevó el gato al agua, se capuzó de lleno
en el Camino y juntos iniciaron la vida para la que estaban destinados desde
que ambos se cruzaron en sus respectivos caminos.
Ya los dos juntos, como buenos
amigos que siempre fueron y lo serán mientras ellos quieran, andando el tiempo
y bifurcados los caminos, nos rescataron a mi futura y a mí una aciaga noche en
la estación de Atocha, en Madrid, sin un duro en el bolsillo, con los billetes
del último tren en la mano, perdido por los pelos y completamente desamparados.
Ellos, recién llegados a Madrid, para pasar unos días con su familia, no
dudaron en volver a su Seat 850 azul, dejar a la familia, recogernos en Atocha,
llevarnos hasta una gasolinera de Getafe y esperar allí hasta que un buen
samaritano, pasada la media noche nos recogió y nos llevó hasta Albacete donde
enganchamos nuestro tren perdido. Otro buen amigo, residente en Madrid y a
quién primero recurrimos, se excusó por estar ya en pijama.
Cuando llegó mi boda, en su casa
me vestí de novio, en su casa, allí, detrás del Museo Arqueológico, me hicieron
una comida especial, y desde allí, en su 850 azul, (el “gorrino”, por una
mancha blanca de pintura en una aleta trasera), me llevaron a la ceremonia.
Y con el paso de los años,
recorriendo cada uno nuestro camino, siempre han intentado acercarme al suyo
¿Por qué? Porque me quieren y quieren lo
mejor para mí. Así de fácil y así lo he entendido siempre. Cuando una y otra
vez me ofrecieron ser padrino de sus hijos a condición de hacer las catequesis
y una y otra vez me negué porque nunca he sido amigo de condiciones, no hacían
otra cosa que demostrarme su cariño.
Bueno, tiene que haber de todo en
la viña del Señor y no me han hecho falta las catequesis para querer a esa
familia y disfrutar con ella todos los momentos que me han permitido compartir.
Y he disfrutado cada comunión, cada boda, cada rato que he pasado con ellos,
como en aquellos lejanos tiempos del bocata de foie-gras en los que me sentía,
me siento, uno más de la familia.
Por eso, ayer, cuando caminaba
despacio con Minimiriam en brazos, alejándola de los humos por el largo pasillo
de aquella bulliciosa casa, mientras la madre, Silvia, como una Mamma italiana,
recibía el cariño y las felicitaciones de sus gentes por el medio camino
recorrido en la vida, rodeada de sus hijos, de sus nietos, de sus yernos y
nuera, de sus hermanos caminantes, yo le daba gracias a Dios por haberme
permitido conservarla como amiga.
Silvia, gracias por ser mi amiga, gracias por mi fiesta sorpresa, como siempre, en el momento oportuno.
¡Felicidades, de corazón!
viernes, 27 de enero de 2012
El Reloj del Fin del Mundo
El reloj del Juicio Final avanza un minuto |
El equipo de científicos que lo regula ha adelantado las manecillas, que indican cuánto le queda a la especie humana para su destrucción total, debido a la posibilidad de un conflicto nuclear o una catástrofe climática |
Las manecillas del llamado Reloj del Juicio Final (Doomsday Clock), que representa en
«minutos para la medianoche»
cuánto le queda a la especie humana para su destrucción total,
han avanzado un minuto. El motivo es el mayor riesgo de un posible desastre
nuclear o una catástrofe causada por el cambio climático, según ha anunciado el
grupo de científicos que lo regula en el «Boletín de los Científicos Atómicos». Este reloj, situado
en la Universidad de Chicago y creado en 1947 por un grupo de científicos
preocupado por el posible estallido de una guerra nuclear, se ha convertido en un indicador universalmente reconocido
de la vulnerabilidad del mundo.
El
reloj se acerca o se aleja de la medianoche según la situación política,
científica y militar a nivel global. La última vez que el reloj del Juicio
Final movió sus manecillas fue en enero de 2010, cuando los científicos retrasaron las agujas un minuto desde los
cinco a los seis minutos antes de la medianoche. Las perspectivas eran buenas. Sin
embargo, «frente a los avances insuficientes en la reducción de armas nucleares
y la proliferación y la falta de acción continua sobre el cambio climático», han
decidido avanzar la maquinaria un minuto hasta las 23.55. Simbólicamente,
representa que la humanidad está
a cinco minutos de la hecatombe.
En
un comunicado emitido por el comité de científicos que forman parte de la junta
directiva de la revista se señala que «hace dos años parecía que los líderes
mundiales podrían confrontar las amenazas globales a las que nos enfrentamos».
Pero «en muchos casos, esa tendencia no ha continuado o se ha revertido. Por
esa razón, el Boletín de los Científicos Atómicos ha movido la manecilla del
reloj un minuto más cerca de la medianoche, de vuelta a la hora que marcaba en
el año 2007».
Como
horario inicial, la junta de directivos del Boletín decidió colocar las agujas
en siete minutos para la
medianoche. En sus primeros 60 años, el reloj ha tenido 18
movimientos, que dependían especialmente en sus primeros años por la actividad
nuclear de las potencias. Las agujas del reloj han estado en varias ocasiones
muy cerca de la medianoche, lo que significa estar muy cerca del día del desastre.
El peor momento
El
peor momento fue en 1953, cuando se colocaron a dos minutos de las cero horas a
raíz de la primera explosión de una bomba de hidrógeno por parte de Estados
Unidos. La Guerra Fría
tuvo uno de sus momentos más críticos durante el mes de octubre de 1962, con
Rusia instalando misiles nucleares en territorio cubano. Durante la duración
del conflicto, el reloj no registró cambios, y se mantuvo en doce minutos. Otro
punto crítico fue durante 1984, cayendo a tres minutos debido a un aumento en
la carrera armamentista entre ambas potencias, mientras que en 1991 alcanzó su
punto más alejado gracias al tratado START de reducción de armamento nuclear
entre Estados Unidos y Rusia.
La
nueva decisión de los científicos atómicos sobre el reloj del Juicio Final es una llamada de alerta
sobre la situación del mundo.
¡Agarraos, que vienen curvas!
miércoles, 25 de enero de 2012
lunes, 23 de enero de 2012
Mini Pisos
Adosados |
Apiñados |
La patronal española, esto es,
los empresarios de este país, han propuesto, entre otras medidas económicas, un
modelo de contrato de trabajo, que bajo la denominación de Mini JOBS, supondría la
posibilidad de colocar al personal joven en tareas productivas, a cambio de un
estipendio que rondaría los 400 euros.
De esta manera le harían la
competencia al Estado, que de momento, le da 400 euros por cabeza a
los parados que se han quedado sin ayuda de ningún tipo y sin previsión de
encontrar empleo por los siglos de los siglos.
Que digo yo que eso está bien y
que a falta de pan, buenas son tortas. El único problema que le veo a este
tinglado es el cómo se las ingeniarán los minijobers para sobrevivir con 400
euros, pagándose la manutención, la vestimenta, la electrónica y la
vivienda con esa pasta gansa.
Para el apartado de la vivienda
quiero aportar mi granito de arena, y dado que ahora nos encontramos inmersos,
entre otras muchas, en la crisis del ladrillo, yo aconsejaría a los minijobers,
que se pasaran al adobe, que es más barato y que se hagan con un adosado o un
apiñado, según gustos, como los que traigo a modo de ejemplo en este post.
Son íntimos y acogedores, con
buenas vistas y suficientemente ventilados. Seguro, segurísimo, que más de uno
de la patronal ya les ha echado un ojo para mudarse o para invertir.
¡Al tiempo!
domingo, 22 de enero de 2012
sábado, 21 de enero de 2012
Felipe III. Variaciones
miércoles, 18 de enero de 2012
¡Gibraltar, Español!
Cristóbal Colón
Plaza de Colón. 1. Madrid |
Plaza de Colón. 2. Madrid |
Plaza de Colón. 3. Madrid |
Aquí tenemos a D. Cristóbal (Colón) que nos enseñó el camino
hacia el Nuevo Mundo hace quinientos y pico años y acabamos con un imperio
donde nunca se ponía el sol.
Ahora tenemos a D. Cristóbal (Montoro), Ministro de Hacienda, mostrándonos el camino del ajuste y del final del despilfarro, con medidas como
la anunciada reforma del Código penal, para que los políticos y gestores que gasten más
de lo que puedan y derrochen el patrimonio de todos, rindan cuentas ante la
justicia y no se vayan de rositas como hasta ahora, asumiendo sólo
responsabilidades políticas.
Ya verás como muchos se lo pensarán dos veces cuando abran la caja de
los cuartos, y con suerte, acabaremos por ver la luz al final del túnel.
martes, 17 de enero de 2012
lunes, 16 de enero de 2012
Remedio Infalible
Anuncio en farmacia de Alicante. |
Pues sí, Dentina Cañizares, para
el niño y la niña; dientes fuertes y sanotes. Adiós a los trastornos de la
dentición: dientes fuertes y recios, blancos y resistentes, con una dentina a
prueba de bomba. ¿Que no están perfectamente alineados? ¿Que las mandíbulas no
encajan a la perfección?, ¿Que están un poco o un mucho apiñados?, no pasa
nada, cada uno sale como Dios le da a entender y no había más que hablar, y tan
contentos.
Ahora hemos pasado de la Dentina
Cañizares a la "ortodoncia dermoestética".
Una vez superado y conseguido que todo niño y adulto tenga sus dientes perfectísimos de
salud, hemos llegado al siguiente estadio de la evolución: sonrisas perfectas
para todos, así, merced a artilugios más o menos sofisticados, alambres o
plásticos diversos, las sonrisas del personal han pasado de ser únicas,
originales e intransferibles, a clónicas. Toícas
iguales, bocas standard, dientes
parejos y ¡tod@s tan guap@s!
La ortodoncia es uno de tantos tributos que
pagamos, pequeños y mayores, por el culto a la propia imagen en nuestra moderna, competitiva y ultravisual sociedad de los albores del
siglo 21.
jueves, 12 de enero de 2012
"Tumbaos"
domingo, 8 de enero de 2012
Perro amigo
Un perrazo, con casi dos metros de envergadura, el pelo dorado y noble cabeza, a mitad de camino entre un mastín y un pastor alemán, como tantos otros, atado al final de una cadena cuidando la casa del amo, nos ha saludado efusivo esta mañana. Normalmente no son nada amistosos, te ladran, se erizan, enseñan los dientes y te muestran el camino de la retirada cuando te acercas a ellos.
Cumplen su cometido de alejar a los extraños y disuadir a los buscones, y se aburren, ¡vaya si se aburren!, todo el ejercicio que pueden hacer es el que les permite la longitud de su cadena, casi siempre muy escasa, así que ladran a todo lo que se menea u olfatean como único entretenimiento.
Algunos son más amistosos, y otros, como el de hoy, sencillamente se vuelven locos porque les hagas una caricia o una carantoña; saltan, gimen, y te lavan las manos a lengüetazos mientras barren el aire con su cola agradecida. En ese momento te lo llevarías puesto, sin importarte el tamaño, lo que come o que no tienes donde meterlo ni tiempo para cuidarlo.
Al final, te despides de él con un punto de tristeza y marcas el sitio para hacer coincidir algún próximo paseo con tu nuevo amigo, y te acuerdas de aquél otro que visitabas en su jaulón allá por el camino del Reguerón, y de que un día encontraste su casa quemada y su jaula vacía, y te dio pena por el amigo perdido.
viernes, 6 de enero de 2012
Sin papeles
Cada cual protesta como quiere (o como puede) ¿Qué le habrá pasado a la pobre papelera para haber expulsado el contenido de su interior? Puede ser su forma de protestar por pasar la vida amarrada a un poste recibiendo inmundicias de continuo. O quizá se queje porque la falta de compañeras en los alrededores acumula sobre ella todo el trabajo sucio de la zona.
En el mundo de las papeleras también hay categorías: las hay que viajan y ven mundo en trenes, aviones y barcos; las hay elegantes, en museos, teatros o grandes hoteles; de diseño, en galerías de arte o casas de lujo. Según las calles también hay sus diferencias, no es lo mismo recoger desechos en una calle céntrica por la que pasa mucha gente, que en una de barrio, más aburrida, o en los parques y jardines de la ciudad.
Esta que protesta es de barrio, siempre ve a la misma gente y solo cambian sus vistas en función de que la estación del año cubra o despeje los árboles a su alrededor; poca cosa si se tienen aires de grandeza, pero suficiente para una papelera de barrio, que aunque humilde, cumple su función y por ello estoy seguro de que no se libró de su contenido por voluntad propia, sino por la de alguien con dificultades para subsistir en el día a día y que rebusca entre los restos que otros desechan, sin echar cuenta de lo que deja atrás.
miércoles, 4 de enero de 2012
Los Rayos del Sol
Desde la Cuesta de Santo Domingo. Madrid. |
Foto totalmente desaconsejada de realizar si no quiere
uno cargarse la retina propia o el sensor de la cámara, o ambos a la vez. Sin
embargo, esta se disparó a ojo de buen cubero (sin mirar por el visor) y a
punto de que el sol iniciara su despedida por el horizonte, a fin de preservar
lo más posible el mentado sensor.
Y así vemos lo que nunca vemos, cómo lanza sus rayos el sol y su
magnífica simetría. (Por lo menos, a juicio del sensor que los captó)
martes, 3 de enero de 2012
¡Pillado!
¡Por fin!
Hoy he visto como pillaban in
fraganti a un conductor hablando por el móvil al volante de un mercedes. El mal conductor,
haciendo el manco, giraba a la izquierda en una intersección cuando se ha
encontrado de bruces con un municipal que le daba el alto.
El municipal en cuestión era el
de la calle Ceballos , -ese que no multa a los coches en doble fila que allí se acumulan, así le de un
mal dolor-, y que atento al tráfico le ha dado el alto al infractor.
He de reconocer que he sentido algo de gustillo interno por que trincaran al pavo, toda vez que
estoy más que harto de ver conductores conduciendo a una mano y con la otra
entre el teléfono y la
oreja. Conductores de todo tipo y condición que se saltan a
la torera la prohibición y ponen continuamente en riesgo su vida, y lo que es más
molesto, la de los demás que circulamos o paseamos a su alcance, con total
impunidad.
A ver si poco a poco nos vamos
concienciando todos, de que distraernos al volante con el móvil, el GPS, el
encededor, el cargador de cdes, el pitillo, el tablet PC, o cualquier otro
invento, puede salirnos tan caro como a los 1500 que se han dejado la piel en
el asfalto durante el último año, y nos dedicamos a conducir con los cinco
sentidos, que no es poco.
¡Ah! Y si recuperamos un poco de
urbanidad y de educación al volante, ¡Pues mejor!
Ilustración: Internet
domingo, 1 de enero de 2012
Día 1. Km. 0
Que mejor día que el 1 de enero de 2012 para echarle ganas a la cosa y empezar desde 0 a diseñar las nuevas carreteras por las que transitar en lo sucesivo.
Escarmentando del pasado, habremos de hacer las justas y necesarias, con los carriles adecuados a la circulación que vayan a soportar, con las salidas justas para poder acceder a nuestro destino, teniendo claro donde queremos llegar antes de empezar la carretera, y no al revés. Hacer los viaductos, túneles y góndolas suficientes, pero ni uno más. Incluir las medidas de seguridad necesarias que nos permitan llegar a nuestro destino felizmente, y gastar en ellas siempre un euro menos de los que dispongamos para ello.
Así, es posible que dentro de 366 días nos felicitemos el nuevo año con más entusiasmo que el que hoy empezamos.
¡FELIZ AÑO!
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