jueves, 19 de abril de 2012

El Moruno y la Corneja

Corneja Común (Corvus corone) 1

Corneja Común (Corvus corone) 2

Corneja Común (Corvus corone) 3

Corneja Común (Corvus corone) 4

Corneja Común (Corvus corone) 5


Érase un inmigrante magrebí (comúnmente llamado moruno), desarraigado de su país, de sus costumbres y alejado de su familia, malviviendo en la tierra prometida de lujos y opulencia que le vendieron al otro lado del mar, y a la que llegó tras exprimir la hucha familiar para hacerse un hueco en una patera que únicamente cambió su pobreza de lugar.

Érase una corneja mutilada, repudiada y abandonada por los de su especie, condenada a desaparecer merced a la selección natural en la que solo los más fuertes sobreviven.

Y fue que por esos campos de Alá, coincidieron el Moruno y la Corneja y se conocieron, y que en su soledad encontraron mutuo consuelo, y que sin pedirse nada, se respetaron, y el Moruno encontró compañía fiel en tierra infiel, y la Corneja halló cobijo y alimento, y el Moruno la invitó a su casa y le procuró una jaula sin puertas, donde guarecerse, y la Corneja acudía a su mano a una sola llamada, y le cuchicheaba al oído palabras de Corneja en el idioma del Moruno, y este sonreía satisfecho tras una hilera de desparejados dientes.

Y en las tardes de solaz, el Moruno le contaba de su tierra, de su vida, de sus añoranzas, y la Corneja, en su hombro, escuchaba atenta, con sus ojos azules fijos en su amigo, con tranquilidad, desperezando las alas y agitando su cola inquieta. Y por momentos alzaba el vuelo hasta una rama cercana desde la que saludaba a su amigo, para de inmediato regresar a su lado entre enorme jolgorio de ambos.

Extraña pareja, ¡pero qué bien avenida!, el moruno y la corneja.

La Corneja Común, llamada también comúnmente Grajo, es una de las aves más familiares en nuestros campos. Está tan bien adaptada a las actividades humanas que sigue siendo común no obstante la persecución de cazadores y campesinos. Su vigilancia sin pausa y su apreciación del peligro causan, a veces, estupefacción, y es bien conocido que distinguen al hombre armado del inofensivo paseante.

1 comentario:

Josecito dijo...

Hablando de la selección natural y el instinto de supervivencia, semanas atrás, uno de mis cinco peques, dió buena cuenta de ave tan singular o muy parecida, yo le dí humana sepultura. Requiescat in pace.