domingo, 19 de junio de 2011

N-340

Estamos tan acostumbrados a las autovías y autopistas que casi nos hemos olvidado de las nacionales de toda la vida. Desde hace ya bastante tiempo la A-7 es el cordón umbilical de las capitales mediterráneas, y entre ellas, Murcia y Alicante.

Hoy día a nadie se le ocurre realizar el trayecto entre ambas ciudades sin recurrir a la A-7 y los cincuenta minutos que dura el recorrido. A mí particularmente no me gusta ese tramo, tiene mucho tráfico, el trazado es complicado y la falta de pintura en las líneas hace especialmente complicado circular de noche. Me estresa y me parece peligrosa, a pesar de los nuevos límites de velocidad.

N-340
Hemos tenido que ir a Crevillente y por supuesto ha sido por la A-7, a 110 km por hora clavados, y hemos llegado sin novedad a un Macro-Brico-Centro que hay en las afueras en busca de un toldo para la casita de madera.
 
Un chollo de toldo, pero con un pequeño problema: los 360 cm de longitud no entraban en el coche; o bien sobresalía por el portón trasero, imposible de cerrar con el consiguiente peligro de pérdida por deslizamiento, o excesivamente por la ventanilla del copiloto, solución menos mala elegida.

Regresar por la A-7 descartado, con casi un metro de toldo asomando por la ventanilla como la adarga de Don Quijote, imposible circular siquiera a los 110 permitidos, además de la más que posible intervención de la Guardia Civil con nefastos resultados.

¿Qué hacer? pues recurrir al plano de carreteras que la mayoría ha sustituido por un navegador parlante para encontrar una vía alternativa. ¿Cual? la de siempre, la N-340, que viniendo de Alicante, pasa por Elche (Elx), continúa a Crevillente (Crevillent), de donde se llega a Albatera, de allí a Orihuela y finalmente a Murcia. Un viajecito relajado, entre 60 y 80 km. hora, buena carretera, poco tráfico y llegada sin tropiezos con el toldo en ristre. Objetivo conseguido. ¡Qué diferencia con la estresante A-7!

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