lunes, 13 de diciembre de 2010

Por buen camino

Hace unos pocos días, abogaba yo por la "superpíldora" medicamentosa que nos aliviara de nuestros males y pesares de una tacada, y estos cerebros sanitarios puestos en ebullición han cocinado los "medicamentos en monodosis", que no es lo mismo que yo pedía, ni por allá pasó, sino que se queda a medio camino entre la píldora para todo y las cajas a porrillo.

Esto que anuncian a bombo y platillo como gran éxito, no pasa de ser un apaño loable para reducir el número de píldoras que nos colocan en la farmacia, ajustándolas al número exacto que nos recete nuestro médico de cabecera.

Lo que eufemísticamente llaman "monodosis", debería llamarse "cajadosis", "botedosis" o "bolsadosis", según el recipiente en que nos hagan entrega en el despacho de farmacia, del número exacto de pildorillas recetadas, porqué si realmente fuera "monodosis", con una sola toma del medicamento quedaríamos más que despachados, y eso, ni en nuestros mejores sueños.

Como hay previsto un ahorro del 2% en gasto farmacéutico con la medida (que menos da una piedra), bienvenida sea y espero sigan profundizando en mi idea de refundir en una sola píldora diaria la cura de nuestro males. Ya sean del cuerpo, ya del alma o al unísono, de ambos.

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